¿Qué tipo de vino es el mejor para armonizar con los guisos propios de los meses fríos?
En invierno se come diferente. Las temperaturas bajan y nuestro organismo necesita más calorías para mantener el calor corporal. Preferimos el guiso a la ensalada y es normal, porque nuestro cuerpo nos lo pide. Sencillamente, necesitamos platos más calóricos para combatir el frío intenso.
¿Pasa lo mismo con lo que bebemos? ¿Existen vinos de invierno? Al igual que el cuerpo te pide un determinado tipo de alimentos, lo cierto es que el paladar también se inclina por ciertos vinos durante los meses de mayor frío, generalmente hacia aquellos tintos que tengan más cuerpo y complejidad. Hay varias razones: por un lado, la temperatura de servicio es mayor. Algunos tintos como nuestro Cabernet Sauvignon tienen una temperatura de servicio recomendada de hasta 17ºC, lo que los hace muy recomendables para los meses de invierno.
Otra buena razón para optar por tintos con cuerpo es que este tipo de vinos combinan bien con los guisos más típicos del invierno: cocidos, estofados de carne o pescado, guisos, cremas, sopas, etc. Hay que tener en cuenta que cuanto más graso sea un plato, habrá que armonizarlo con vinos de más cuerpo y presencia de taninos.
Por ejemplo, nuestro enólogo Miguel Ángel es un apasionado de los platos de cuchara, especialmente del potaje de bacalao o el marmitako. ¿Sabéis cuál es su vino preferido para acompañar este tipo de platos? La respuesta la encontraréis a lo largo de la entrevista que se le hizo tras obtener el premio Gran Bacchus de Oro.
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