Lo mejor de lo mejor, ensamblado a la perfección. Un vino de color rojo cereza que alberga tonos de juventud. Nariz compleja con notas florales, especias minerales, tonos balsámicos y frutos negros confitados. En boca se muestra potente, amplio y muy sabroso, con mucho equilibrio y personalidad. Nos regala un recorrido largo y complejo, y con el retrogusto vuelven la fruta y los minerales, a los que se unen el chocolate negro, el toffee y matices tostados.
Se elaboran los varietales por separado, con una crianza en barricas nuevas y seleccionadas de roble francés. Se inicia entonces en primer ensamblaje, que se irá ajustando hasta alcanzar el equilibrio perfecto. Un juego que dura entre 18 y 20 meses y solo en las mejores añadas acaba viendo la luz. Solamente las botellas de las barricas elegidas, las ganadoras, pasarán a botellero y de ahí al mercado. Selección Privada aspira a lo más alto del mundo.
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