Hoy os hablamos de los vinos de guarda, aquellos en los, en rasgos generales, se cumple que cuanto más tiempo de conservación tengan, mejor calidad presentarán
Nuestro post de hoy está íntimamente relacionado con uno de los falsos mitos más extendidos sobre el vino: aquel que dice que cuanto más tiempo de conservación tenga, mejor calidad presentará. Esta afirmación de forma general es errónea, sin embargo hoy os hablamos de los vinos de guarda, aquellos en los, en rasgos generales, se cumple esa premisa.
Pero, ¿qué es un vino de guarda? Con este concepto nos referimos a aquellos vinos que cuenta con todas las características necesarias para envejecer en botella de manera correcta, ofreciéndonos tras esta maduración prácticamente su mejor versión, con un desarrollo de matices y aromas mayor que cuando este se embotella. Y es que, aunque existen algunos vinos que es preferible consumir en el año posterior a su embotellado, hay otros que potencian su calidad con el paso del tiempo.
Dentro de los factores que influyen para que podamos considerar un vino de guarda, encontramos puntos a tener en cuenta como son los polifenoles, la acidez, el pH, la graduación alcohólica o incluso el tipo de uva utilizado.
Si hablamos en líneas generales, aunque siempre hay que tener en cuenta posibles excepciones, los vinos tintos suelen tender a encontrarse dentro del grupo de los vinos de guarda más que los blancos y los rosados. Además, dentro de ellos, incluiríamos en este apartado, los vinos crianza y reserva, como los que, por norma general, admitirán mejor la guarda.
Dentro de los vinos Dehesa del Carrizal, consideramos de guarda nuestro Syrah, que se puede conservar de 5 a 7 años, y los Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Colección Privada, que permitirían una guarda de 10 a 15 años.
Cabe destacar, la importancia de saber con certeza si estamos ante un vino de guarda antes de tratar de conservarlo, ya que si guardamos durante demasiado tiempo un vino que no cumple las características necesarias, solo conseguiremos estropearlo. Sin embargo, si conservamos en botella un vino de guarda este desarrollará nuevos matices y aumentará su calidad.
A la hora de conservarlo, es fundamental seguir una serie de consejos de los que ya os hemos hablado con anterioridad en nuestro blog:
¡Que disfrutes de tu vino de guarda!
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