Como seguro que ya sabréis, la cantidad de alcohol que está presente en los vinos se expresa en grados. Es decir, es el porcentaje de alcohol presente en el líquido.

En el caso de los vinos, cabe destacar que, según indica la legislación vigente, su graduación mínima será de 9% vol. Sin embargo, las diferentes denominaciones pueden marcar sus mínimos. Respecto a los máximos, generalmente los vinos españoles no suelen superar los 15 grados.

Pero, volviendo a la pregunta que encabezaba este post: ¿de qué depende la graduación alcohólica de un vino? Este factor depende principalmente de la concentración de azúcar presente en las uvas. Esta, a su vez, dependerá de diferentes factores, como el clima –ya que a un mayor calor habrá, generalmente, más azúcar presente- o, especialmente, su grado de madurez a la hora de la vendimia. En este sentido, en líneas generales, cuanto mayor sea la madurez de la uva, más alta será a su vez la concentración de azúcares.

La cantidad de alcohol presente en un vino nunca ha de afectar al equilibrio del mismo en boca. Aunque puede apreciarse e incluso aportar matices específicos, el vino ha de ser equilibrado.