Si habéis asistido a alguna cata u os habéis interesado por las características de un vino es más que probable que os hayáis encontrado con la palabra “equilibrado”. Pero, ¿sabes qué significa exactamente esta acepción? ¿Se puede utilizar igual que redondo? ¡Hoy os lo explicamos en nuestro blog!

En primer lugar, podemos definir un vino equilibrado como aquel en el que existe una armonía de sabores y aromas. Todos los elementos están presentes, sin existir ni exceso de ninguno de ellos ni carencia. Acidez; dulzor; aromas primarios, secundarios y terciarios… No encontraremos predominación de un sabor por encima de otro, que pueda distorsionar la degustación completa del vino.

Un vino de calidad será, por norma general, equilibrado tanto al gusto como al olfato.

Y cuando hablamos de vinos equilibrados, suele venir a nuestra mente otro concepto: vinos redondos ¿Nos referimos a lo mismo?

Aunque un vino redondo siempre será equilibrado, para llegar a ser definido como tal ha de presentar de manera elegante una correcta estructura (con cuerpo pero sin resultar denso o pesado), así como una ligera pero presente y cuidada sensación tanto en boca como al ser degustado y en su posterior retrogusto.

¡Esperamos que estas definiciones sean útiles en tus próximas catas de vino!