La ingesta moderada de vino tinto supone numerosos beneficios, tanto es así que pocos alimentos pueden presumir de tan buenos resultados. Hoy te destacamos algunos de ellos:
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las propiedades antioxidantes, vasodilatadoras y antiinflamatorias del vino tinto ayudan a evitar enfermedades como infartos o aterosclerosis. Además, colabora en el aumento del colesterol bueno.
- Es un gran aliado contra la producción de grasa. El consumo de vino activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa.
- Ayuda a mantener unos dientes sanos. Algunos compuestos de las uvas evitan que aparezcan en nuestra boca estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, a la gingivitis y al dolor de garganta.
- Previene enfermedades degenerativas del cerebro. Los elementos antioxidantes presentes en el vino ayudan a la mejora del riego sanguíneo. Además, un consumo moderado ayuda a evitar la demencia, a frenar el Alzheimer y mejora la agilidad mental.
- Ayuda a combatir infecciones urinarias. El vino tinto ayuda a un mejor filtrado y depuración de vejiga y riñones y, además, evita que las bacterias se fijen en ellos.
- Mejora el control de la diabetes. Reduce el aumento de la glucos, gracias a una enzima que únicamente está presente al 100% en el vino tinto.
No te lo pienses más, ¿qué mejor que una buena copa de vino tinto para cuidar tu salud?