Los investigadores de Neuroquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) acaban de publicar un estudio que demuestra que el resveratrol, una molécula presente en el vino tinto, además de en otros alimentos, podría tener un efecto neuroprotector frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Esta molécula ejerce sobre los receptores celulares que recogen el mensaje de aquellas moléculas, entre las que se encuentra la adenosina, encargadas de decirle al cerebro qué tiene que hacer para llevar a cabo funciones como pensar, hablar, entender, aprender o memorizar.
Tal y como ha dicho Mairena Martín, una de las investigadoras, ‘el resveratrol es capaz de actuar en el cerebro de manera semejante a las moléculas mensajeras naturales de la célula, por lo que puede contribuir a paliar el efecto de degeneración y muerte celular que se produce en las neuronas del cerebro de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer’.
Además, la investigadora Martín ha explicado que ‘un consumo moderado de vino se ha considerado saludable, de hecho se incluye en la dieta mediterránea. El vino es una bebida fermentada de baja graduación alcohólica y posee moléculas que podrían contrarrestar los efectos nocivos de los radicales libres responsables del estrés oxidativo del alcohol’.
El estudio, llevado a cabo con la colaboración de las universidades Pompeu Fabra y Autónoma de Barcelona y publicado en la revista 'Free Radical Biology & Medicine’, afirma que el resveratrol podría evitar dicha alteración y, por tanto, contribuir a que no se desarrolle la enfermedad del Alzheimer.
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