Esta denominación surgió en Francia en 1855 con el objetivo de seleccionar los mejores vinos para la exposición universal de ese año
Cuando se habla del término Vino de Pago se le suele equiparar con el Grand Cru Classé. Y, aunque no se trata de una equivalencia exacta, sí es cierto que ambas denominaciones tienen características similares.
Con el término Grand Cru se hace referencia a un concepto que evoca a una parcela o finca donde se elaboran vinos excepcionales gracias a un excelente terroir y del buen hacer del viticultor. Ese concepto es muy similar al que se refiere el término Vino de Pago, que pone el acento en la singularidad de los viñedos y la calidad en las elaboraciones. En este sentido, la asociación Grandes Pagos de España recuerda que el componente fundamental para que un Vino de Pago sea declarado como tal es que sean vinos que representen fielmente “el terruño del que proceden” y “la pasión por el trabajo bien hecho de sus autores”.
Los primeros Grand Crus Classés se determinaron en Francia en el siglo XIX. La necesidad de una clasificación de los mejores vinos de Burdeos surgió con motivo de la Exposición Universal de París del año 1855. El propio emperador Napoleón III pidió un sistema de clasificación para los mejores vinos de Burdeos que iban a mostrarse a los visitantes de todo el mundo. El Sindicato de Negociantes de Vino fue el encargado de catalogar a los vinos según la reputación del château y el precio de mercado, lo que en aquella época se relacionaba directamente con la calidad.
El resultado fue la Clasificación Oficial del Vino de Burdeos de 1855, una lista de los mejores vinos, denominados los Grand Crus Classés. Para ser exactos, la clasificación de 1855 se realizó entre las bodegas de la región del Medoc y del Sauternes y no de todas las bodegas de Burdeos. Por ejemplo, no tuvo en cuenta las bodegas de Saint Emilion, que desarrollaron su propia clasificación posteriormente. Con varios miles de diferentes châteaux produciendo sus propios vinos en Burdeos, ser incluido en esta lista significaba alcanzar un gran prestigio y era motivo de admiración por parte de los aficionados al vino.
Dentro de la lista de Grand Cru Classé los vinos fueron aún más categorizados y divididos en cinco divisiones, denominadas primera, segunda, tercera cuarta y quinta. Los mejores vinos tuvieron la categoría más alta: primer Cru. Sólo cuatro vinos (Château Latour, Château Lafite Rothschild, Château Margaux y Château Haut-Brion) fueron merecedores de esta distinción.
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