Hoy explicamos en nuestro blog el significado este concepto tan relacionado con el mundo del vino
El término terruño está íntimamente relacionado con el suelo en el que se planta la vid, pero dejar este concepto ahí significaría quedarnos cortos. Y es que el concepto de terruño, o terroir, incluye, además del suelo como tal, las características de este que influirán en el resultado final del vino; el clima que presenta la zona; y el factor humano. Es por ello que la elaboración de un vino con el mismo tipo de uva pero en lugares diferentes y por distintas personas nunca dará el mismo resultado.
En primer lugar, dentro de las características del suelo como tal, es importante destacar que las distintas peculiaridades otorgarán diferencias que harán especial tanto a la planta como al propio vino. La humedad del suelo, la orientación del viñedo, la altitud del terreno, su inclinación y composición o su profundidad y sus capas son algunos de los factores que influyen en el resultado final. Las diferencias no quieren decir que el vino sea mejor por estar la vid, por ejemplo, en un terreno más inclinado, sino que será diferente a uno que se encuentre en un suelo más llano.
En el caso concreto de Dehesa del Carrizal, nuestras cepas se encuentran sobre una ‘raña’, nombre local que se otorga a las laderas y llanos al pie de las montañas que han sufrido la erosión del agua y las lluvias. Esto supone una acumulación de arcillas y cantos cuarcíticos. Las erosiones, unidas al microclima y a la humedad, albergan un interesante punto de acidez.
Por otra parte, el clima también es un factor fundamental a tener en cuenta cuando nos fijamos en un vino. Algunos de los factores que influirán en el resultado del mismo son las lluvias, las horas de sol, la diferencia entre la temperatura de día y de noche, la humedad, las heladas o el viento.
Por lo que respecta a este segundo factor, nuestra finca está asentada en una zona de clima mediterráneo templado con influencia atlántica. Un microclima que permite una lenta maduración de la uva, con un amplio rango de temperaturas día/noche y una media de bajas temperaturas suave.
Por último, dentro del concepto de terruño tenemos que tener en cuenta también la importancia del factor humano. Esta influencia está presente en dos vertientes. En primer lugar, en la elección tanto del terreno como de la uva a plantar y de los cuidados, procesos y acciones que va a llevar a cabo en la cepa. Además, el esfuerzo es muy importante, así como el tratamiento que se le da tanto a la uva como a la planta en las diferentes etapas, desde su plantación hasta su vendimia.
En Dehesa del Carrizal somos conscientes de ello y, por eso, respetamos la naturaleza y la tierra en la que se encuentran nuestras cepas.
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