Hoy en nuestro blog os hablamos de este proceso esencial para cualquier bodega
Aunque el etiquetado se lleva a cabo durante todo el año en Dehesa del Carrizal en función de necesidades y pedidos, junio es el mes en el que este proceso se realiza con una mayor intensidad.
La elección de este momento responde principalmente a dos motivos. En primer lugar, coincidiendo con el embotellado, vamos dejando libres los jaulones para las nuevas botellas. Pero además, en este mes es habitual conocer ya todos los premios y medallas obtenidos, pudiendo referencia a los mismos si fuera necesario.
A la hora de realizar el diseño de la etiqueta para el posterior etiquetado, cabe destacar la importancia de incluir en la misma toda la información necesaria. En este sentido, se incluyen datos como la graduación alcohólica, el lugar de embotellado, el número de embotellador, la Denominación de Origen del vino…
Cabe destacar que, dentro de nuestro ámbito exportador, en función de las necesidades de cada país debemos adaptar las etiquetas, incluyendo diferentes datos en función de sus leyes.
Respecto al proceso en sí de etiquetado, en Dehesa del Carrizal este se realiza de manera completamente mecánica. Así, contamos con una máquina etiquetadora que comienza colocándole la cápsula a las botellas. Tras ello, la botella pasa por cuatro estaciones, para los diferentes etiquetados (frontal, contra, inclusión de medallas u otros reconocimientos…).
Como sabéis, desde hace unos meses las botellas de vino Dehesa del Carrizal cuentan con un nuevo diseño en sus etiquetas. Así, cambiamos las cuatro etiquetas de nuestros monovarietales (Chardonnay, Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot), que ahora cuentan con una imagen uniforme y con una etiqueta clásica con un toque de modernidad, compuesta por dos partes.
Por su parte, la etiqueta de nuestro Coleccion Privada es totalmente nueva, más elaborada. A la vista resulta tradicional, con una connotación del típico Château francés.
Con este cambio transmitimos una ‘Nueva Dehesa del Carrizal’, con una imagen más elegante, refinada y atractiva, acorde con la filosofía de Dehesa del Carrizal: vinos de identidad y de personalidad.
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