Para disfrutar de un buen vino es importante tener en cuenta diferentes aspectos, que conforman la manera de servirlo correctamente. Y es que a la hora de abrir, servirnos y disfrutar de nuestros vinos hay que tener en cuenta cuatro aspectos principales: la temperatura a la que lo servimos, un correcto descorche, valorar si es necesario airearlo y elegir la copa adecuada.
Por ello, hoy unimos en este post la información y los consejos que os hemos ido dando en nuestro blog sobre los aspectos más relevantes a la hora de servir una botella de vino:
- Temperatura: Degustando un vino a la temperatura adecuada podremos percibir todas sus texturas, aromas, propiedades y matices. Así, cuando vayamos a servir el vino tendremos que tenerlo preparado a la temperatura correcta, ya que tanto el proceso de enfriamiento como el de atemperación pueden llevar varios minutos. En este sentido las temperaturas adecuadas para la degustación de nuestros vinos son las siguientes:
- Descorche: Como os indicábamos en anteriores post, aunque parezca un acto sencillo, descorchar correctamente una botella de vino es muy importante para que el corcho no se rompa y deje restos. En primer lugar, con la botella en vertical hay que cortar la cápsula que envuelve el cuello de la botella y, una vez retirada, introducir el sacacorchos recto, haciendo una ligera presión y girándolo a la vez. Por último, hay que ejercer una presión de la botella contra la superficie y tirar recto hacia arriba para extraer el corcho.
- Oxigenación del vino: Este paso es fundamental con los vinos de crianza, que han pasado un tiempo dentro de la botella que ha podido esconder sus aromas naturales. Al airearlo con un decantador o con un aireador lo pondremos en contacto con el oxígeno y le devolveremos sus aromas y sensaciones, dotándolo de toda su amplitud y permitiendo así una mejor y más completa degustación.
- Elección de la copa adecuada: La copa que elijamos será muy relevante a la hora de poder apreciar todas las características del vino. A la hora de seleccionarla tendremos que tener en cuenta su forma, su tamaño y el material con el que está realizada. En cuanto a la forma, la copa debe ser convexa; con el borde curvado hacia el interior; profunda para retener los aromas y con un pie largo para poder sostenerla sin calentar su contenido. Respecto al tamaño, tiene que ser lo suficientemente grande para que la cantidad servida en un cuarto o un tercio sea la suficiente para su degustación. Por último, el mejor material es el cristal fino, transparente y liso.