El tipo de suelo en el que esta plantada la cepa es un factor a tener en cuenta en el resultado final de los vinos
Puede parecer inocuo, pero no lo es en absoluto. El tipo de suelo en el que se planta la vid es un factor relevante que afecta tanto a la uva como, por ende, al vino que se elabora con ella.
Uno de los principales factores que influyen es la capacidad del tipo de tierra de absorber y conservar el agua y la humedad, que posteriormente pasará a la vid.
Podemos diferenciar diferentes tipos de suelo:
Las cepas de Dehesa del Carrizal se encuentran en una ‘raña’, es decir, sobre las laderas y llanos al pie de las montañas que han sufrido la erosión del agua y las lluvias. Esto implica una acumulación de arcillas y cantos cuarcíticos. Son suelos que permiten una maduración lenta de la uva, lo que aporta más complejidad a la uva. Las erosiones, unidas al microclima y a la humedad, albergan un interesante punto de acidez.
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