El vino es una de las bebidas más extendidas en todo el mundo, no hay celebración en la que no se abra una botella. En España es algo cultural, somos el país con la mayor extensión cultivada de viñas del mundo, a pesar de ser el tercer productor, solo por detrás de Italia y Francia.
Si bien es cierto que el vino se produce en los cinco continentes, cabe destacar que Europa produce más vino que todo el resto del mundo junto. Quizás por eso sea conveniente que conozcamos estas cinco curiosidades sobre el vino que quizás no sabías.
El vino es incoloro
En contra de lo que pueda parecer, el vino no tiene color. Lo que hace que coja un color u otro es las antocianinas durante la maceración. Se trata de unos pigmentos que están en la piel de la uva y que dependiendo de cómo se extraigan mientras las uvas fermentan, obtienen un tipo de color.
La importancia de la etiqueta
En la etiqueta de la botella podemos encontrar más información de la que creemos. ¿Sabías decir si el año que aparece en la misma pertenece al embotellado o a la recogida de las uvas? El año que aparece en la misma nos da la información para saber el año en el que se recolectaron la mayoría de las uvas empleadas en su elaboración.
Sin avispas no hay vino
A pesar de que hoy en día la labor de las avispas se puede sustituir por la tecnología, es necesario destacar que el trabajo de las avispas ha sido crucial para el vino. Esto se debe a que las avispas ingieren las levaduras y los hongos necesarios para que el vino fermente y que desaparecen durante el invierno y las transmiten a sus larvas, lo que permite que perduren en el estómago de las larvas durante esta estación del año. Cuando estas crecen y se transforman en avispas, las introducen de nuevo en las uvas, lo que da comienzo a un nuevo ciclo.
Todos los minerales básicos en un sola botella de vino
Una sola botella de vino contiene todos los minerales básicos, siendo estos calcio, cloruro, cromo, cobre, yodo, hierro, magnesio, fósforo, potasio, selenio, sodio y zinc.
El sabor del vino puede variar según la música que estás escuchando
Tal y como demostró un experimento realizado por la Universidad Heriot Watt de Edimburgo, el sabor puede variar según la música que escuchemos. En el experimento, unas personas estaban escuchando un determinado grupo de música, y otras, canciones pop, lo que sucedió fue que las primeras afirmaron que el vino era poderos y fuerte, mientras que las segundas aseguraron que era sabroso y refrescante.
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