No es extraño escuchar la leyenda urbana de que ensaladas y el vino no maridan bien, pero nada más lejos de la realidad.
En esta época de verano y calor, solemos dejar de lado alimentos contundentes para decantarnos por algo más ligero como las versátiles ensaladas. No es extraño escuchar la leyenda urbana de que estas y el vino no maridan bien, pero nada más lejos de la realidad. No solo podemos disfrutar de una ensalada con una buena copa de vino, sino que además tenemos la opción de elegir cuál será el adecuado en función de los ingredientes del plato. Te contamos algunas de las claves básicas.
En primer lugar, es importante fijarnos en un elemento en común con el que cuentan todas las ensaladas: el aliño. Si este cuenta con un alto grado de acidez, debido a un fuerte uso de vinagre o limón, el vino puede perder sabor y cuerpo. Por ello, es recomendable utilizar una baja cantidad de vinagre o incluso sustituirlo por otros de sabor suaves como el vinagre de arroz o los balsámicos.
Pensando ya en los ingredientes, las ensaladas aceptan infinitas variedades. Si te decantas por añadir frutas como manzana o pera, que aportan un toque dulce al plato, te recomendamos maridarla con un Cabernet Sauvignon, con un sabor pulido pero con garra.
En caso de que te decantes por una ensalada, como puede ser la Capresse, te recomendamos sin duda nuestro Chardonnay, cuyo sabor fresco y ligero maridará perfectamente con los toques del tomate, la mozzarella y el aceite de oliva.
Este Chardonnay será también el aliado perfecto cuando vayamos a disfrutar de una clásica ensalada mixta, eso sí, recordando el consejo sobre el vinagre que dábamos al principio.
Estos son solo algunos ejemplos, pero la variedad de maridajes de vino y ensaladas es muy amplia, ¿cuál nos propones?
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