Quizás muchas veces nos hayamos encontrado en la comprometida situación de no saber si devolver un vino o no en un restaurante. Por eso, desde Dehesa del Carrizal os queremos dar algunos consejos para tener en cuenta a la hora de valorarlo.
Sabor o aroma a corcho: si cuando te sirven el vino detectas olor a corcho o cartón mojado, es debido a un defecto que parte de la bodega, por lo que el restaurante debe cambiártelo. Sin embargo, te aconsejamos que antes de pedir dicho cambio, oxigenes un poco el vino moviéndolo en la copa. Puede que ese olor desaparezca tras airearlo y que aparezcan los aromas del propio vino.
Aromas desagradables: si tras oxigenar el vino notamos ciertos aromas a coles, huevos podridos u olores similares, debes devolver la botella.
Falta de gas: se aplica a los vinos espumosos. Si no notamos ni rastro del gas carbónico, pide un cambio de botella.
Burbujas: si por el contrario, notamos gas en un vino al que no le corresponde, puede ser que se haya refermentado.
Vino picado: probablemente uno de los motivos más fáciles de reconocer ya que un vino picado es imposible de beber. El vino se avinagra debido a la acción de las bacterias acéticas, lo que provoca aromas muy desagradables. Al probarlo notaremos un sabor demasiado agrio.
Introduce tu email para recibir información periódica.