La Bodega
En los Montes de Toledo, cerca del Parque Nacional de Cabañeros, Dehesa del Carrizal tiene una historia marcada por la pasión y el respeto por la tierra. Todo comenzó en 1987, cuando el médico y empresario Marcial Gómez Sequeira fundó esta bodega con una visión audaz: elaborar vinos únicos en una región sin tradición vitivinícola.
Dos años después, en 1989, nació nuestro primer vino, un Cabernet Sauvignon que sentó las bases de nuestro compromiso con la excelencia. A lo largo de las décadas, fuimos perfeccionando nuestro trabajo hasta alcanzar, en 2006, la distinción de Vino de Pago, el máximo reconocimiento en la viticultura española, que certifica la singularidad de nuestro terroir y la calidad de nuestra elaboración artesanal, íntegramente realizada en la finca.

En 2010, la finca inició una nueva etapa bajo la dirección de la familia Villar Mir, reafirmando nuestro compromiso con la innovación y el respeto por la naturaleza. Desde entonces, Dehesa del Carrizal no solo ha crecido en reputación, sino que también se ha consolidado como un referente en la producción de vinos que reflejan la esencia de nuestro paisaje: un entorno único de suelos ácidos y silíceos a 800 metros de altitud, donde cada cosecha cuenta una historia de armonía entre la naturaleza y el esfuerzo humano.
Hoy, nuestra bodega sigue escribiendo su historia, orgullosa de ser un puente entre la biodiversidad de nuestra tierra y las mesas de quienes valoran el carácter único de un Vino de Pago. Cada botella es un homenaje a esta trayectoria, un relato líquido que conecta nuestro pasado, presente y futuro.
Nacido y criado en el corazón del Valle del Loira, Pierre-Yves Dessevre creció rodeado de viñedos y en una pequeña bodega familiar en l’Anjou, una de las regiones vitivinícolas más emblemáticas de Francia. Su pasión por la enología y la viticultura lo llevó a estudiar agronomía y enología en Burdeos, donde obtuvo destacados reconocimientos, como el premio al mejor catador de su promoción.
Su carrera internacional comenzó con prácticas en viñedos y bodegas de Burdeos y se extendió a prestigiosas regiones vitivinícolas como California, el Valle del Loira y Mendoza, Argentina. En 2013, se unió al proyecto Dehesa del Carrizal, donde ha liderado el equipo como director, aportando su vasta experiencia técnica y enológica, así como su enfoque innovador en la gestión integral del viñedo, la elaboración de vinos y el enoturismo.
Bajo su dirección, Dehesa del Carrizal ha continuado consolidándose como un referente en la producción de vinos de pago, combinando tradición y modernidad para ofrecer vinos únicos y de calidad excepcional.
En Dehesa del Carrizal, nuestro proceso de elaboración artesanal se realiza íntegramente en la finca bajo estrictos controles de calidad.
Desde la vendimia hasta la crianza, cada fase está cuidada al detalle: la uva se selecciona y manipula con precisión para preservar su integridad y calidad, fermenta en depósitos adecuados a sus características, y reposa en barricas de roble francés cuidadosamente elegidas.
El ensamblaje final, fruto de una selección rigurosa, busca equilibrio y complejidad. Tras su paso por barrica, los vinos continúan su evolución en botella, perfeccionándose con el tiempo.