Seguro que en más de una ocasión has oído hablar del cuerpo del vino, pero ¿sabes qué es exactamente? ¿Y cómo apreciarlo?
El cuerpo del vino es una de las características que más se tienen en cuenta a la hora de describir las características del mismo o valorarlo. Sin embargo, si no se conocen los parámetros que lo definen, es complicado saber apreciarlo. Por ello hoy en nuestro blog os acercamos a este concepto.
En primer lugar, podemos afirmar que el cuerpo del vino está estrechamente relacionado con su densidad, por lo que, aunque se puede apreciar en otras fases, principalmente lo descubriremos en la fase gustativa de la cata.
¿Habéis percibido alguna vez que un vino es tan denso o consistente que da casi la sensación de poderse masticar? Podemos decir que ese vino tiene mucho cuerpo. La mayor parte de los vinos con cuerpo son tintos, pero esta característica cada vez de da más en otros como rosados o blancos. Además, cabe destacar que es muy probable que el cuerpo de los vinos sea mayor un vino si este ha estado en contacto con madera en su fermentación o crianza.
Como os hemos dicho anteriormente, la fase gustativa de la cata es la principal para apreciar el cuerpo del vino, pero también podemos acercarnos a él en la fase visual. Y es que los vinos con mucha densidad son muy opacos, por lo que no apreciaremos nada de transparencia cuando lo miremos en la copa.
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