La capa es un concepto fundamental en la fase visual de la cata de vino, pero ¿sabéis exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de ella? Hoy en nuestro blog os explicamos en qué consiste este concepto.

Comenzaremos diciendo que podemos observar la copa de vino cuando tumbamos la copa sobre un fondo blanco. En ese momento, podemos encontrar diferentes colores e intensidades cromáticas dentro del mismo vino.

La capa es mucho más sencilla de apreciar en los vinos tintos. En este sentido, cuanto mayor es la opacidad del vino, mayor es también la capa, llegando a encontrar incluso algunos vinos que no permiten ver a través de ellos.

Los vinos de capa alta (con más opacidad) suelen ser complejos en boca y con una mayor estructura. Por su parte, una capa media indica un cuerpo medio, más ligero. Por último, la capa baja, aquella en la que podemos ver con facilidad a través de la capa, muestra un vino ligero o, incluso, vinos con tiempo que han perdido intensidad cromática por su envejecimiento.

La intensidad y el tono de la capa dependen de factores como el tipo de uva utilizada, la mayor o menor cantidad de hollejos de la misma, la maduración o el clima.