No puede existir un gran viñedo sin los esfuerzos apasionados del hombre y de su conocimiento del sitio
El sistema de producción seguido en Dehesa del Carrizal se basa en estrictas normas reguladas que confieren a nuestros vinos la calificación de Vino de Pago. No es una tarea sencilla, pero sí es apasionante.
Todo el proceso se desarrolla dentro de nuestra finca, con viñedos propios y uva cuidadosamente seleccionada. La normativa de elaboración es muy estricta e impone rendimientos bajos, rigurosos tiempos de crianza y exhaustivos controles de calidad que nos obligan a desarrollar nuestra labor con la máxima profesionalidad y convirtiendo cada tarea en un reto a superar. Y nos gusta.
Nos gusta asumir el reto de combinar tradición y tecnología con equilibrio y nos gusta aplicar un método científico en nuestros procesos. Practicamos la duda constructiva. Es decir, nunca damos nada por supuesto o evidente. Ensayamos y analizamos los resultados con espíritu crítico, con el objeto de tomar siempre la decisión adecuada en cada momento. Es un sistema de producción más complejo y exhaustivo, pero que implica una mejora continua y, por tanto, cada vez mejores resultados.
Nuestro sistema se aplica a todas y cada una de las etapas de elaboración del vino. Todas ellas requieren de una atención rigurosa, pero es cierto que en Dehesa del Carrizal prestamos especial cuidado y mimo a una parte del proceso que consideramos esencial: la obtención de una uva de perfecta calidad en su punto óptimo de madurez. Tenemos una opinión: Sin una gran uva, no hay un gran vino. Por eso es tan importante lograr una uva excelente.
Ese objetivo, lograr la excelencia, es un deseo compartido por todos los profesionales que intervienen en el proceso de producción de los vinos Dehesa del Carrizal. Contando con los trabajadores del viñedo y bodega, somos hasta 45 personas que trabajan en la misma dirección.
Todos somos fundamentales. En un entorno privilegiado como es la finca Dehesa del Carrizal, no puede existir un gran viñedo sin los esfuerzos apasionados del hombre y su conocimiento del sitio. Hay que saber elegir las variedades más adaptadas, definir sus condiciones culturales y refinar las técnicas de elaboración y de crianza.
Todo proceso tiene gran importancia en el resultado final. Orientar el viñedo, plantarlo, podarlo, realizar los trabajos vitícolas, la irrigación, elegir la correcta fecha de vendimia manual, seleccionar la uva, la elaboración por gravedad, la crianza en barricas seleccionadas, los ensamblajes… todas y cada una de las actividades que sirven para desarrollar un gran vino son fundamentales. Y todas se realizan por profesionales apasionados de su trabajo que cuidan al máximo cada pequeño detalle con una única meta: lograr el mejor vino… para que usted lo disfrute.
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